así tuvo que tomar medidas para estar cierto de que hasta el último ciudadano se arrodillara frente a la estatua. Ese era el propósito del horno ardiendo. Usaría la intimidación y el terror para hacer que los obstinados cayeran sobre sus rodillas. Nabucodonosor recurriría al temor para conseguir su propósito. Como dije, éste era el punto débil de su sistema. Significaba que su régimen declinaría tan pronto como el temor a las autoridades empezara a disminuir. La belleza de nuestra religión, la cual
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